domingo, 27 de noviembre de 2011

Wayrapampa: Folklore con fuerza joven




Espacio Cultural Eureka
Avenida Corrientes 4269, Ciudad de Buenos Aires
Sábado 26 de noviembre de 2011


La música de raíz folklórica argentina ha tenido un gran desarrollo en todo el siglo XX, impulsada por la industria fonográfica y los diversos medios de comunicación que esparcieron por todo el país las expresiones surgidas en diferentes regiones de nuestro territorio. Y así como el llamado boom del folklore, surgido en los años 60, terminó de consolidar el gusto por esta música tan rica en ritmos y matices, el declive cultural que impuso la férrea dictadura militar (1976-1983) implicó repensar la forma de llegar a los más jóvenes con expresiones ligadas a nuestra tierra y nuestras raíces.

Algunas expresiones vanguardistas, especialmente iniciadas por grupos vocales, quedaron cubiertas por el manto del olvido; en los años 80 se experimentó fusionando nuestra música con elementos del jazz. Si bien estas experiencias arrojaron resultados interesantes, no es sino recientemente cuando comienza a recuperarse el bagaje cultural que sustenta nuestra identidad nacional. Lejos de personajes inflados por la promoción, que muchas veces comienzan cantando el repertorio folklórico para migrar a músicas híbridas  y poco sustanciosas, muchos jóvenes descubren el maravilloso repertorio del cancionero popular argentino.


Laura Fajardo (voz)

Wayrapampa es un conjunto formado por cinco instrumentistas y dos cantantes que demuestran sólidos conocimientos musicales y un especial talento en los arreglos de las canciones. De esta manera, el repertorio suena “actual” sin perder la raíz, joven sin perder el sabor de lo tradicional. El comienzo es a todo ritmo, a través de la chacarera Déjame que me vaya, de Cuti Carabajal y Roberto Ternán. El dúo de cantantes, conformado por Maximiliano Romero Marc y Laura Fajardo se muestra sólido, aunque suele sobresalir la voz de Laura, quien además sabe combinar fuerza y dulzura en sus expresiones.


Javier Moreira, Maximiliano Romero y Laura

El repertorio de Wayrapampa se inclina por obras mayormente argentinas y que aun siendo muy conocidas no dejan de emocionar y sorprender en las voces e instrumentaciones de este excelente conjunto.  La cueca La arenosa (Gustavo Leguizamón y José Manuel Castilla) y la Zamba por vos, de Alfredo Zitarrosa son dos caras de una misma moneda que el grupo sabe interpretar con profesionalidad y gran dedicación.  Javier Moreira (charango) y Rubén Mirés (primera guitarra, dirección y arreglos) son conocidos por formar un dúo que se ha presentado con éxito en diferentes escenarios. Como parte de Wayrapampa reafirman la excelencia y el buen gusto por la música que comparten y disfrutan.


Javier, Maxi, Laura y Rubén Mirés


Las chacareras suelen ser el “caballito de batalla” de muchos intérpretes, dado su ritmo vivaz y contagioso que invita a bailar. Es el caso de la Chacarera de las piedras (Atahualpa Yupanqui – Pablo del Cerro) en la que, simpáticamente, los cantantes reemplazan “Caminiaga” por “Wayrapampa” como símbolo de apropiación o asimilación de la obra. Hay también dos obras más recientes, tocadas también en ritmo de chacarera: Huelga de amores (D. Arnedo, R. Mollo y F. Gil Solá, del grupo Divididos), muy buen hallazgo tanto por la temática (la colonización extranjera) como por la música, en cuya interpretación se luce especialmente la voz de Maximiliano, y Detrás del muro de los lamentos, adaptada por Rubén Mirés, canción que se acopla muy bien a la fuerza expresiva del grupo.

Video: Chacarera de las piedras
 (c) Sonidos de mi Argentina y Wayrapampa

 

Martín Pereira (armónica)

 

Daniel Toro está presente a través de su obra Zamba para olvidar, donde se destaca la armónica de Martín Pereira. En tanto, la obra original de Rubén Mirés El reencuentro, es el primer tema propio de Wayrapampa, que compartimos a través del siguiente video.


Video: El reencuentro
(c) Sonidos de mi Argentina y Wayrapampa

Candela Vey (percusiones) y Ana Mirés (segunda guitarra) están casi escondidas detrás de los cantores por lo pequeño del escenario, pero su intervención no pasa desapercibida, complementando con talento la fuerza expresiva de los cantores y demás instrumentistas. Excelentes versiones del gato El 180 (Andrés Chazarreta) y la Zamba de Lozano (Leguizamón y Castilla) sólo reafirman nuestras primeras impresiones sobre el conjunto.


La despedida llega a todo ritmo con Chacarera de un triste (Hermanos Simón), muy conocida en diferentes versiones, entre ellas la de Mercedes Sosa, y Chacarera del olvidao de Néstor “Duende” Garnica, festejadas por el numeroso público presente. Como bis de un recital intenso, Juan de la calle, de Yuyo Montes, que deja con ganas de escuchar más de todo el potencial de Wayrapampa.



Agradecimiento especial a Javier Moreira

Más información:




martes, 15 de noviembre de 2011

Se publica disco inédito de Mercedes Sosa


MERCEDES SOSA “GRAVADO AO VIVO NO BRASIL”
Mercedes Sosa. Edición Definitiva
Philips / Universal Music 2785853 CD
Editado en Argentina


“Edición definitiva” es una serie que rescata obras de Mercedes Sosa que por uno u otro motivo no han sido publicadas en nuestro país. En este caso se trata—no podía ser de otro modo—de un verdadero tesoro. A diferencia del primer volumen (que recopilaba obras censuradas), esta edición se compone de un álbum original que se publicó únicamente en Brasil en 1980. Por ello esta grabación es prácticamente desconocida en el resto del mundo, y se celebra que finalmente podamos tomar contacto con ella. Con una portada renovada y producción de Diego Fischerman y la Fundación Mercedes Sosa comenzamos a disfrutar de esta obra.

Impedida de actuar en Argentina desde 1979 por el gobierno militar de entonces, Mercedes mitiga la ausencia de su tierra y sus afectos con el cariño de la gente que la aclama alrededor del mundo. El público brasileño, que siempre ha sentido devoción por la persona y el arte de “la Negra” es coprotagonista de estos conciertos que quedan felizmente registrados para la posteridad. Uno de los responsables de la edición ha sido Ezio Servolo, a quien Mercedes recordaba con mucho cariño.

El disco se inicia con la hermosa canción Cantor de oficio, de Miguel Ángel Morelli, un verdadero manifiesto de los artistas populares, seguido por tres obras del cancionero de raíz folklórica argentina: Chacarera de las piedras y Duerme, negrito, ambas del repertorio de Atahualpa Yupanqui, y  Antiguo dueño de las flechas, que evoca la versión original que grabara Mercedes con Los Arroyeños para el disco “Cantata sudamericana” en 1972. La voz de la Negra en su plenitud y la fuerza implícita en las composiciones que interpreta reciben una entusiasta recepción del público presente. Por otra parte, la artista tucumana recuerda a su amigo y colega Víctor Jara a través de dos obras bien distintas: la primera, con letra de Roberto Todd y música de Otilio Galíndez, se titula sencillamente A Víctor. Una composición maravillosa que, lejos de ampulosas palabras, brinda un sentido tributo al artista asesinado en su propia tierra. En tanto, la Plegaria a un labrador, del propio Jara y que Mercedes grabara por primera vez en el 72, no ha perdido un ápice de su fuerza en la tremenda interpretación de la cantora nacional, reforzada por las percusiones de Domingo Cura. También se luce el contrabajista Oscar Alem.


San Vicente, de Milton Nascimento y Fernando Brant es no sólo un gusto que se da Mercedes de cantar en portugués, sino también un agradecimiento a los anfitriones del evento.  La milonga Los hermanos, del citado Atahualpa Yupanqui, es otro de los aciertos en la elección del repertorio, con cuidados arreglos en las cuerdas de Nicolás Brizuela (“Colacho”). Por otra parte, la profunda admiración de Mercedes hacia Violeta Parra queda manifiesta en bellísimas versiones de La carta y Gracias a la vida. Esta última es precedida por un fragmento del poema Defensa de Violeta Parra escrito por su hermano Nicanor Parra. Cierran este disco excepcional la Canción con todos, verdadero himno latinoamericano de Tejada Gómez e Isella y la conmovedora canción Volver a los 17, debida a la inspiración de la nombrada cantautora chilena.

Resta mencionar el excelente sonido de la edición remasterizada.



domingo, 16 de octubre de 2011

Novedades discográficas: Peteco y Juanjo

Peteco Carabajal: “El viajero”
DBN CD-52163

El compositor, músico y cantor santiagueño Peteco Carabajal (nacido en 1956) ha desarrollado un largo y fructífero camino artístico. Se integra al conjunto familiar “Los Carabajal” en 1975; en 1991 publica su primer disco solista “Encuentro”, tras haber actuado con músicos de la talla de Jacinto Piedra, “Chango” Farías Gómez, Verónica Condomí (integrantes de MPA, Músicos Populares Argentinos), Mercedes Sosa, León Gieco y Sixto Palavecino entre muchos otros. El viajero, grabado en vivo en diciembre de 2010 en el Teatro El Círculo, de Rosario, además de ser un tema autobiográfico que da título al disco es una excusa para proponer un repaso por su trayectoria artística a través de canciones nuevas y otras muy conocidas.
         Sin dejar de lado la raíz folklórica, Peteco incursiona en sonoridades más actuales, incorporando batería, bajo y guitarra eléctrica, que conviven con la guitarra acústica, la quena y el charango, por ejemplo. Las canciones del disco tienen más de una lectura: desde lo ideológico, Peteco interpreta su propia obra Amanecer revolución e incorpora un par de canciones de la década de 1970 que generan cierto grado de sorpresa: Cuando tenga la tierra, de Ariel Petrocelli y Daniel Toro y Vamos a andar del trovador cubano Silvio Rodríguez. Puede interpretarse como la adhesión tácita al proyecto político del actual gobierno argentino, si bien las circunstancias sociales son distintas a las imperantes en el momento en que se escribieron las dos últimas obras. Más allá de la lectura estrictamente ideológica, se trata de canciones que trascendieron estos límites por la calidad de su poesía y su música. Otra gran sorpresa es la versión de Quimey Neuquén, un clásico del músico patagónico Marcelo Berbel, recordado también en la interpretación de Marta Pirén.
         Otra curiosidad, estrictamente musical, es el tema El coyuyo de Shanghai, que cuenta con la intervención de Chao Xu en violín chino. Demi (batería y voces) y Homero (guitarras de nylon, eléctrica y voces), hermano e hijo respectivamente de Peteco, se lucen en los arreglos de las canciones. Los otros músicos participantes son Juancho Farías Gómez (bajo) y Daniel Patanchón (guitarras acústicas, de nylon, eléctrica y voces). Entre las obras ajenas se destacan La guitarra, hermosa creación de Oscar Valles y Atahualpa Yupanqui, y el tango-canción Volver, del inolvidable dúo Gardel – Lepera, mientras que hay hermosas canciones de Peteco como Juan del monte, El bailarín de los montes y Las coplas de la vida. Un gran disco de Peteco Carabajal para disfrutar de principio a fin.



Juanjo Trío: “Mis zambas preferidas”
Junín Music  656291215526 / Distribuido por DBN



Juanjo Domínguez, nacido en 1951 en Junín (provincia de Buenos Aires) ha demostrado a lo largo de los años una técnica impecable y un gusto exquisito por el repertorio popular. Ha grabado más de ciento treinta discos y recorrido buena parte del mundo con su guitarra. Desvinculado del sello nacional que editó una gran parte de su obra, crea su propia etiqueta, “Junín Music”, cuya primera producción estamos disfrutando. Como dice el propio Juanjo, es su primer disco enteramente dedicado al folklore argentino y más específicamente al ritmo de la zamba. Algunas son más conocidas que otras, pero todas forman parte de un repertorio más que interesante, constituyendo una curiosidad la inclusión de Caminito soleado, de Carlos Gardel y Alfredo Lepera, considerada originalmente una “canción criolla”.
         Como si la guitarra de Juanjo no fuese suficiente “lujo” para el oyente, se hacen presentes las voces de Majo Lanzón (en los temas Del tiempo de mi niñez, La atardecida—un clásico de Falú y Dávalos—y La nochera) y de Beto Solas (en las zambas La nostalgiosa, Esquina al campo y la citada Caminito Soleado). Majo participa también en percusiones, mientras que Beto adiciona el sonido de su bombo. En los temas instrumentales, Juanjo Domínguez demuestra una vez más su profundo conocimiento del repertorio popular argentino, interpretándolo con hondo sentimiento y hermosos arreglos que hacen de éste uno de los mejores discos aparecidos este año en nuestro medio. Destacamos las obras El Paraná en una zamba (Ariel Ramírez / Jaime Dávalos), Zamba de la Candelaria (Eduardo Falú / Jaime Dávalos) y la célebre La siete de abril de Andrés Chazarreta.
        

jueves, 22 de septiembre de 2011

Pedro Tidoni, cantor y guitarrero

Mi oficio de cantor es el oficio
De los que tienen guitarras en el alma
Yo tengo mi taller en las entrañas
Y mi única herramienta es la garganta.

(Miguel Ángel Morelli, “Cantor de oficio”)



                   Cuando hablamos de música de raíz folklórica argentina nos adentramos en un universo tan amplio como interesante. Los paradigmas que asociaban folklore a tradición han ido cambiando a través de los años, generándose nuevas formas de cantar e interpretar nuestros ritmos. En esas condiciones han ido surgiendo los cantores populares, quienes fueron y son valorados por el público por una singular conjunción de saberes y habilidades.

                   Nos encontramos en la ciudad bonaerense de Magdalena, donde el joven cantautor Pedro Tidoni presenta su primer disco, titulado “Vida de guitarrero”. Autodidacta y gran admirador de la obra de Horacio Guarany, Pedro da cuenta de una gran autenticidad en la creación e interpretación de sus obras. Conoce profundamente la música de nuestro país, que recrea con honestidad y talento. Chacareras, valses, zambas y serenatas están presentes en un repertorio que genera interés por su variedad y a la vez cohesión en la voz de Pedro y sus guitarras.


La cita es en el Teatro Español, mítica sala fundada en 1899 por inmigrantes españoles, situada en pleno centro de Magdalena. Abre la velada, como grupo soporte, Los tres del Sur: comienza cantando Fernando Hosbor la hermosa Zambita para don Rosendo de Julio César Díaz Bazán, manifestando una gran voz que se luce en todo su esplendor. Distinto es el caso de Diego Blanco, que no aprovecha sus potencialidades en una deslucida versión de Guitarrero, clásica zamba de Carlos Di Fulvio, máxime cuando tuvimos oportunidad de escucharlo informalmente con mucha personalidad. El bombisto Pedro Martínez da a conocer sus dotes vocales con la canción Ojos de cielo, de Víctor Heredia, y cierran todos juntos con la obra de Yupanqui Piedra y camino. Los tres del Sur, oriundos de Verónica, son un conjunto que promete más, y que seguramente sabrá encontrar su camino artístico con dedicación a este hermoso arte que es la música.



                   Llega el momento esperado: se presentan Pedro y sus músicos ante un teatro prácticamente lleno, con vestimenta sobria y formal. Comienzan a sonar los acordes de la chacarera Vida de guitarrero para ir entrando en clima: Daniel Loizu, compositor, primera guitarra y arreglador de los temas de Pedro se luce desde el primer momento, creando climas que adentran al espectador y oyente a lo más profundo de la canción. El carisma de Tidoni y la poesía de sus creaciones completan el clima de identificación con la propuesta del artista. La canción romántica se hace presente en títulos como No sé cómo será, vivaz zamba seguida con atención por el espectador, y Aquella noche; esta última canción recuerda—no sin melancolía—un repertorio que bien supieron cultivar Los Tucu Tucu y Daniel Toro, por citar sólo a dos de los grandes exponentes de nuestra música.  En cambio, Quiero conocerte, Salta retoma el clima festivo de la chacarera, anhelando las vivencias presentes en las obras de tan ilustres creadores como Jaime Dávalos y Manuel José Castilla. Cante nomás, cantor , zamba de marcado ritmo, recrea los inicios de Pedro como “cantor de boliche” y es una de sus creaciones más interesantes tanto en letra como en música. Pueblito de Magdalena es un vívido relato de la pequeña ciudad que lo vio nacer, con detalles que invitan a conocerla.

Enlace al video "Vida de guitarrero": http://www.youtube.com/watch?v=Y_Vf-brNcS4


Pedro Tidoni junto a Daniel Loyza (izq.) y Juan Manuel Ale


De los temas de otros autores se destaca Domingo, Día del Padre, de Carlos Ramón Fernández, cuya letra merece una profunda reflexión, y Calle angosta, un clásico de José Zavala. Cabe destacar el gran desempeño de Juan Manuel Ale en bombo. Piel morena y Del Chúcaro  (hermoso homenaje al bailarín Santiago Ayala) son obras del renombrado cantautor Horacio Guarany, que Pedro y sus músicos recrean con gran apego al espíritu original e las mismas.  A ella se suman otros ritmos como la polca Pájaro campana, popular recopilada por Félix Pérez Cardozo, ejecutada con maestría  por Daniel Loyza y el vals Quiero ser tu sombra (H. Quattromano – Z. Alcayaga), que se adentran en el rico folklore latinoamericano. De esta manera Pedro Tidoni comienza a “pisar fuerte” en la escena de la música  de proyección folklórica con el sustento de una obra bien definida en su carácter popular.



Agradecimientos enormes a Pedro Tidoni, su familia y amigos por el cálido recibimiento y los lindos momentos compartidos, siempre acompañados de buena música.


                         Daniel-loizu@hotmail.com




lunes, 5 de septiembre de 2011

Festival Guitarras del Mundo. XVII edición

Del 30 de agosto al 11 de septiembre se desarrolla en todo el país este prestigioso Festival. Juan Falú, uno de sus promotores, afirma que en este evento “ reina más la guitarra que el guitarrista”


Auditorio de Radio Nacional Folklórica
Domingo 4 de septiembre de 2011
Ciudad de Buenos Aires

        
Juan Falú
(foto: Guitarras del Mundo)


         Juan Falú, nacido en Tucumán en 1948, es el principal gestor del Festival Guitarras del Mundo, que se realiza en sedes de todo el país con gran éxito popular. Docente del Conservatorio Manuel de Falla, Falú posee un amplio conocimiento de la música nacional, lo cual sumado a su personal manera de interpretar la guitarra le ha valido el reconocimiento del público argentino e internacional. En esta tarde algo ventosa en Buenos Aires, Juan nos invita a acompañarlo en un viaje musical que comienza en esta ciudad, nada menos que con el tango Nieblas del Riachuelo, de Juan Carlos Cobián y Enrique Cadícamo, al que le imprime un interesante fraseo, una forma de tocar elegante y sobria. La chacarera La trunca Herrera también es motivo de admiración por parte del público presente, quien le pide a Juan un sinnúmero de piezas que desea escuchar. El artista opta por algunas de las más pedidas: la zamba La cuartelera, motivo popular recopilado por su tío, Eduardo Falú, de quien se recuerda su magnífica versión. Juan sabe interpretarla manteniendo la esencia del tema, pero a su vez dándole una impronta propia, característica de todo buen intérprete. Otra chacarera, El bien perdido, afirma el buen gusto de Juan por el repertorio más interesante del enorme acervo nacional. Esta pieza ha sido compuesta por Antonieta Pepin, escudada bajo el seudónimo Pablo del Cerro. Intérprete exquisita del piano, colaboró entusiastamente junto a su esposo Atahualpa Yupanqui en la creación de recordadas canciones y melodías de raíz folklórica.

Mirta Álvarez
(foto: Guitarras del Mundo)



         La segunda parte del Festival tiene como protagonista a Mirta Álvarez, joven instrumentista nacida en Chascomús y afincada en Avellaneda, ciudad vecina a Buenos Aires, donde ejerce la docencia. Mirta nos trae un repertorio de melodías ciudadanas interpretadas con delicadeza y maestría. Huellas de luz, una obra instrumental propia, y Lejana tierra mía , de Gardel y Lepera, son vertidas con una riqueza melódica que emociona totalmente. La voz de Mirta en el segundo tema, cálida y sin estridencias, le otorga a la canción un encanto aun mayor. El entrerriano, de Rosendo Mendizábal, y Caminito soleado, tango-canción de los citados Carlos Gardel y Alfredo Lepera, afirman las primeras impresiones que nos produce el arte de esta excepcional guitarrista. Osvaldo Pugliese, uno de los grandes compositores de tango, es recordado en una gran adaptación de La yumba, mientras que Verano porteño, perteneciente a la obra “Las estaciones porteñas”, de Astor Piazzolla, culmina en una merecida ovación para Mirta.



Roberto Calvo
(foto: Guitarras del Mundo)



         La etapa final es para el docente y compositor porteño Roberto Calvo, quien ejecuta obras propias como la vidala Agosto, la cueca Encuentro y una obra titulada Barrilete. La composiciones de Calvo, si bien se referencian en ritmos conocidos, poseen escasas características de los mismos a oídos del público. Se trata de composiciones con un alto grado de abstracción que se alejan de la raíz popular, tornándose poco reconocibles para el oyente que gusta de los ritmos de raíz folklórica. Esto se nota más claramente en la citada Barrilete, que hacia el final varía sobre el mismo tema, convirtiéndose  así en una pieza más apta para el estudio académico que para el gusto de amplias mayorías. La zamba Lejos, con letra de Román Giudice y cantada, se acerca un poco más al repertorio tradicional del norte argentino. La intervención de Manuel González, joven discípulo de Calvo, reitera—a través de una huella de composición propia—las características antes descriptas.

         Para el cierre, una bonita interpretación de los tres intérpretes principales: La comparsita, el clásico de Gerardo Matos Rodríguez, Enrique Maroni y Pascual Contursi.

Mirta Álvarez, Juan Falú y Roberto Calvo interpretan "La Cumparsita"

        



lunes, 22 de agosto de 2011

La Zamba de Vargas

Por Gerardo Frías

Interesante artículo publicado por la revista "Caras y Caretas" el 2 de noviembre de 1912

                La zamba es un baile sencillo y gallardo, más digno, sin duda, que el tango sensual, de atravesar los mares con su cadencia semejante al movimiento de las ondas y presentarse en París como manifestación de gracia y originalidad de nuestras danzas populares.
                Tiene corte y donaire andaluz. Su música, llena de jugos nativos, es un aire triste, un canto frigio, pero amplio y majestuoso, incitante con suave energía a los movimientos extensos y libres de la danza graciosa, desenvuelta y espontánea. Es el baile popular por excelencia en el norte de la república, y sus dulces sones envuelven íntimamente a los comarcanos cual si escucharan en ellos el eco misterioso  de las voces ancestrales.
                La titulada Zamba de Vargas tiene sobre su valor intrínseco de música auténtica de la tierra, el que le dio un episodio poco conocido de nuestras luchas civiles.
                Aun cuando Rosas desapareciera entre las humaredas del triunfo de Caseros, su sistema quedó en pie, y bien sabemos cuánto ha costado sacar a la joven democracia las manchas de la tiranía, tarea que quizás no terminaremos nunca, no porque no sea dama pulcra, sino porque el ideal le exige mayor pureza…



Aquello fue de un efecto inesperado...


                Don Juan Felipe Ibarra dejaba por testamento el gobierno de la provincia de Santiago del Estero a sus sobrinos los Taboada. En principio, democráticamente, el hecho es incalificable; prácticamente para los que viven sólo de pan no hay tanta gravedad.
                Don Manuel Taboada, gobernador, y su hermano Antonino, general, fueron, sin duda, de los hombres políticos más capaces del norte. Éste poseía vasta cultura, al punto de hablar correctamente el inglés, que no es poco para aquellos tiempos, lo que le valió la estima y amistad del general Mitre. Rubio como era, se cuenta que salvó la vida en cierta ocasión apurada, haciéndose pasar por  hijo de Albión. Don Manuel, político hábil, sagaz y valiente, todo a su modo, concibió el plan de un estado independiente segregado de la república, para lo cual proyectó una famosa liga que mucho trabajó costó desbaratarla al mismo Sarmiento, a quien llamaba “el presidente del Sud”.
                Hombres sencillos, con ideas claras, buenas o malas, procedían con energía y sin reates. Cuando la diplomacia provinciana enredaba sus garfios sedosos  en la telaraña de las sutilezas, las armas acudían presto a desembarazarla.
                De ese modo fue que los Taboada se vieron en la necesidad de invadir a La Rioja para someterla a su hegemonía con el pretexto de protegerla. En la provincia invadida predominaba la montonera que acaudillaba el titulado general Felipe Varela, con su ejército de riojanos y chilenos.
                Después de varios encuentros y de emboscadas, según el sistema de las montoneras, las fuerzas enemigas se encontraron en un campo desolado, a tres leguas de la ciudad, sobre un camino llano que señalaba un viejo pozo de balde, milagroso manantial de aquellas tierras áridas y sedientas, llamado el Pozo de Vargas, por su propietario, indudablemente.
                Al empuje formidable y enérgico de los aguerridos montoneros de Varela, las tropas de Taboada, menores en número, cedían paulatinamente y la derrota y el desbande eran inminentes; cuando de improviso ocurriósele al general santiagueño la peregrina idea de retemplar las fibras de sus soldados con los sones de la música regional y ordenó a la banda de música que tocara una zamba.
                Aquello fue de un efecto inesperado. Los santiagueños volvieron caras al compás de los acordes que despertaban en sus corazones todos los cariños del terruño, y enardecidos, bravos, los combatientes cobraron extraños bríos cargando al enemigo con tal denuedo que la derrota se tornó en victoria.
                Y desde aquel día memorable del 10 de abril de 1867 la zamba, convertida en himno guerrero que se oyó en el estruendo de la pelea, lleva el nombre de Zamba de Vargas.
                La música que ilustra este episodio, conservada por la tradición, se debe a un criollo que es músico por puro y exclusivo esfuerzo, y que nutre su inspiración en los temas de nuestra tierra.


Música de la Zamba de Vargas

Mercedes Sosa Censurada

El último semestre de 2010 la compañía discográfica Universal Music Argentina comenzó a publicar la discografía integral de Mercedes Sosa, que contiene registros entre los años 1965 y 2005.  Ha sido fundamental la colaboración de Fabián Matus, hijo de la gran cantante tucumana, quien aportó discos de vinilo con los cuales se reconstruyó parte del material extraviado  o destruido durante la dictadura militar argentina (1976-1983). Cuando la colección ya estaba en las disquerías, el crítico Diego Fischerman reclamaba la inclusión de aquellos temas ausentes de las ediciones reeditadas; esa ausencia se debía a la censura de aquella época o a discos simples que no habían sido reeditados en formato digital. Recientemente, y con la colaboración de Matus y del propio Fischerman, aparece un nuevo volumen que hace justicia con esas ausencias, poniéndolas a disposición de un gran público interesado en estas canciones.



MERCEDES SOSA CENSURADA
Edición Defintiva
“Y seguí cantando”. Canciones Censuradas e Inéditas
Philips / Universal Music 2777235 CD
Edición argentina








         De las canciones incluidas en este volumen, ordenadas según su fecha de grabación, no hay tema que no despierte interés por parte del gran público admirador de Mercedes. Comienza el disco con su hermosa versión de “Te recuerdo, Amanda”, la canción más conocida de Víctor Jara, que Mercedes grabó tan sólo un año después de que apareciera el disco con la grabación de su inolvidable autor.  Mercedes y Víctor se conocieron personalmente y compartieron algunos conciertos en Chile. “La Negra” también grabó canciones de Jara como “Plegaria a un labrador” y “Cuando voy al trabajo” , que se encuentran en otros discos. “Adiós a Belgrano” , de Ariel Ramírez y Félix Luna, pertenece a la banda de sonido original de la película “El santo de la espada” (1970), de Leopoldo Torre Nilsson; la canción está en sintonía con otras obras del dúo autoral y la gran intérprete tucumana (Mujeres Argentinas, Güemes) que rescatan con hermosa música y poesía páginas fundamentales de la historia nacional. “Canción de lejos” (Armando Tejada Gómez / César Isella) y “Corazón” de Saúl Quiroga pertenecen a un simple de 1974 y aparecen, al igual que el tema anterior, por primera vez en formato digital. Son lindas canciones con música de raíz folklórica.

         Del EP “Niño de mañana” se rescatan tres de sus cuatro canciones: “Niño de mañana” (Félix Luna / Graciela Yuste), “Duerme, mi tripón”, del autor venezolano Otilio Galíndez, y “La niñez”, de Chacho Muller, compositor rosarino que dejó honda huella en el folklore litoraleño. El tema de la niñez, especialmente referida a los niños desamparados, nunca le fue ajeno a Mercedes, quien a través de su arte cantó al amor, al dolor y a la esperanza. “La niñez” había aparecido en un registro en vivo de 2002, “Acústico”, pero la versión presente nos permite escuchar a una Mercedes en la plenitud de sus dotes vocales. Siguen dos registros en portugués, el primero de ellos censurado del listado de temas original del disco “Serenata para la tierra de uno”: Cio da terra, de Milton Nascimento y Chico Buarque, con bellísimo arreglo musical, posee la “marca registrada” de Milton, una fuerza expresiva en la conjunción letra y música, que también aparece en San Vicente, del citado autor y de Fernando Brant. Estos temas finalmente fueron publicados en un disco simple en Brasil (año 1977), permaneciendo inéditos en nuestro país. Lamentablemente no se registra la nómina de músicos acompañantes.

         El disco “Serenata para la tierra de uno” sufrió también la quita de otros tres temas, que se conocieron en versiones posteriores. Estas primeras tomas, del año 1979 son verdaderas reliquias: “Como la cigarra”, de María Elena Walsh, “Cómo un pájaro libre” (Adela Gleijer / Diana Reches), que dará nombre a un disco de 1983 con una nueva grabación—canción de extraordinaria belleza--y “Canción de las simples cosas” (Tejada Gómez / Isella), de gran repercusión a partir de los años 80.  Por otra parte, el LP de 1980 “A quién doy”, grabado en Francia, durante el exilio de Mercedes, también sufrió la quita de canciones en su edición argentina; la reciente edición en CD se publicó idénticamente, por lo cual recién en este ejemplar se restituyen para el deleite de todos los seguidores de Mercedes: “Sueño con serpientes”, magnífica creación del cantautor cubano Silvio Rodríguez, uno de los fundadores del movimiento “Nueva Trova” en los ’70, “Fuego en Anymaná”, de los citados Tejada Gómez e Isella en una versión insuperable, tanto en el canto de la Sosa como en los arreglos, y “Gente humilde”, de Garoto, Chico Buarque y Vinícus de Moraes, cantada en castellano.

         Cabe agradecer al personal técnico y a todos los que permitieron que estas canciones puedan ser disfrutadas en la actualidad, como merecido homenaje a nuestra querida “Negrita” Sosa.