domingo, 25 de marzo de 2012

Marta Pirén: Mujer y memoria


Recital de Marta Pirén
Casa Municipal de la Cultura
Esteban Adrogué 1224, Adrogué (Buenos Aires)

            Marta Pirén, cantante de voz exquisita y honda sensibilidad, se dio a conocer en el año 1982. Aires de loncomeo, kaanis y rogativas, e instrumentos típicos como el kultrum la acompañan al Festival de Cosquín, donde se consagró como única Revelación. Su gusto y dedicación por la música patagónica comienzan a los dieciséis años, luego de un viaje a Neuquén que marca definitivamente su vocación de cantora. Marta no sólo invita a conocer canciones relacionadas con las comunidades mapuches y cordilleranas, sino que además resalta el contenido de las canciones, comprometiéndose con el sentir que conllevan en música y poesía. Marta ha grabado varios discos  fundamentales: Trabun Mapu (Tratado de la Tierra, año 1982), Piren cantun (El canto de la nieve, 1986), Huilli Cüref (Vientos del sur) y La fuerza de mi canto (2006), todos ellos con la impronta de los paisajes y sentires del sur de nuestra tierra.




La oportunidad de escuchar a Marta Pirén no sólo nos permite conocer el canto de una región un poco olvidada por los cultores de la música de raíz folklórica. Más aun, nos pone en contacto con una artista sensible, comprometida con su tiempo y con la gente que lucha por un presente y un futuro mejor. Este recital se da en el marco del Mes de la Mujer, pero coincide también con el Día Nacional por la Memoria y la Justicia, en que se recuerda a los caídos en el terrible período de la dictadura cívico – militar que rigió los destinos de la Argentina entre 1976 y 1983. Por ello, le primer tema que disfrutamos en la voz de Marta es La memoria, de León Gieco, una composición lúcida que recuerda a figuras de nuestra cultura como el escritor Rodolfo Walsh y el sacerdote católico Carlos Mujica, cuya obra pastoral con los más desposeídos aun esta viva en el alma de muchos compatriotas. Un tema fuerte, muy emotivo, que se enlaza con Dónde estabas, del cantautor Hugo Cosentino, quien sube al escenario para compartir con Marta y con todos nosotros una visión de aquella época siniestra. Otra obra de León, Los guardianes de Mujica, con aires tangueros, está dedicada por Marta a “un guardián”, nombrado Nehuén.

Hugo Cosentino (artista invitado: voz y guitarra)

Autores “imprescindibles” como Armando Tejada Gómez y Gustavo “Cuchi” Leguizamón están presentes en la hermosa canción Elogio del viento:

América Latina, madre nuestra,
El viento que se va no es el que vuelve
América del sol, raíz que duele,
Cuando sufren olvido mis hermanos
El viento nos padece y compadece
Como si nos hubiera abandonado.
Hugo No (guitarra) y Marcela Praddaude (flauta traversa y teclados)


Cabe destacar el excelente acompañamiento musical de Marta: Hugo No, en guitarra y dirección musical, acompaña a la artista desde hace dieciocho años. Hugo Bazán (bombo, tones, platillos y segunda voz) y David Barbero se encargan de las percusiones con solidez, sin estridencias. Los jóvenes Marcela Praddaude (flauta traversa, teclados) y Nicolás Flores (armónica) brindan aires nuevos al repertorio de Marta Pirén. A dicho repertorio se incorporan obras de un destacado compositor patagónico: Eduardo Guajardo. Nacido en Río Turbio (Santa Cruz), Eduardo viene transitando un sólido camino artístico desde hace más de treinta años. Marta nos acerca sus obras Una mirada al sur y Tapadas de silencio, que en su hermosa voz llegan al máximo de su riqueza poética y musical.
David Barbero (percusiones)


Hugo Bazán (percusiones, voz)

Cordillera del viento, retumbo cordillerano del recordado cantautor Marcelo Berbel, nos muestra la profunda empatía de Marta con los cantares de esta zona del país, en una interpretación excelente, embellecida aun más por la flauta y las percusiones. Por otra parte, la Rogativa de Doña Cayupán (Eduardo Paillacán) narra la resistencia del pueblo mapuche: “me siento viva cuando un niño me habla en mapuche” (…) “Me siento viva como un sol (…) porque todavía no nos han tomado”. Marcela le imprime, con el sonido del sintetizador, un sonido renovado a esta hermosa composición. Un tema instrumental permite a Marta un cambio de vestuario. Pero no se trata de una coquetería. El cambio de camiseta es el motivo para presentar a las Mariposas de Villa París, una organización femenina sin fines de lucro que trabaja por el bien común y contra la violencia de género. Este grupo trabaja en Glew, municipio de Almirante Brown, y en esta ocasión, varias de sus integrantes se alternan para leer el poema Estamos buscando, de la autora boliviana Julieta Paredes. A este emotivo acto se suman Hugo Cosentino y el armoniquista Nicolás Flores para interpretar junto a Marta la composición colectiva llamada, al igual que la organización, Las Mariposas de Villa París. Otras composiciones que nos acercan a la sensibilidad y la fuerza femenina son Llora tus penas (Dora Elena Bogarín / Diego Enrique Pérez) y el poema de Claudio Orieta Mujer y memoria.

Integrantes de "Mariposas de Villa París" leen el poema


Marta Pirén con el trío Albá Llaleq

El trío Albá Llaléq (Los hijos de la tierra), oriundo de Formosa, suma sus excelentes voces e instrumentaciones para compartir con Marta Antiguo dueño de flechas (Félix Luna y Ariel Ramírez), la canción dedicada al indio toba y Digo la mazamorra (Antonio Esteban Agüero y Peteco Carabajal), canciones muy celebradas del repertorio folklórico del norte argentino que van dando paso a la última parte del recital.

            Como bises, la citada canción Tapadas de silencio y una bellísima canción-poesía de Julio Lacarra: Canción de fuego, citada por Marta como “canción de esperanza”:
Canción de fuego
Que no se apaga nunca
Hay cosas irrompibles todavía
Como la lluvia.
            Como todo buen recital, el tiempo transcurrido pareció corto, por lo que esperamos nuevas actuaciones de esta gran artista que ha sabido conjugar los ritmos y poesías de todo nuestro país.


Más información:
Municipio Almirante Brown: www.almirantebrown.gov.ar
Mariposas de Villa París: Facebook: Mariposas de Vp

lunes, 12 de marzo de 2012

El canto surero de Marcelo Miraglia

Gran Peña anual de “Carreros del Sur”
Salón del Club de Leones de Ezpeleta
Callao 5259 y Av. Centenario, Ezpeleta (Quilmes, Bs. Aires)
Domingo 11 de marzo de 2012


                Nacido en 1965 en Lomas de Zamora, Marcelo Miraglia  se vincula al canto surero por influencia de grandes cantores criollos. Uno de ellos ha sido Oscar del Cerro (1921-1998), afincado en Quilmes, quien ha dejado un centenar de grabaciones realizadas entre las décadas de 1960 y 1980: milongas, estilos, cifras e incluso algunos tangos.
            En el marco de la Peña Anual organizada por Carreros del Sur—centro tradicionalista quilmeño—el cantor más esperado y querido es sin duda Marcelo Miraglia. Acompañado por los excelentes guitarristas Federico Pagano y Daniel Dalia, Marcelo comienza su canto con emotivas milongas que evocan a los payadores de antaño, como Inventario criollo, Recordando y El marchero, que se lucen en su voz privilegiada.
Federico Pagano y Daniel Dalia

A las virtudes técnicas de Miraglia se suma su autenticidad en el decir criollo. “El canto corre en mis venas…”, sentencia que  se confirma en el sentir profundo por la música nuestra, motivo de argentinidad. La hermosa zamba Mujer de primavera es otro de los aciertos en un repertorio variado, de lindos versos que evocan la vida rural y las tradiciones que se reviven en nuestros días.  Un corte en el suministro eléctrico no impide que Marcelo y sus músicos continúen disfrutando del lindo “oficio del cantor”, ante el silencio y admiración del numeroso público asistente.
Una muestra de complicidad con los organizadores del evento ha sido incluir una milonga con floreos, muy celebrada por los participantes. Una obra con letra del propio Marcelo, Siendo sincero, parece resumir el espíritu de su arte, el de “honrar las cosas nuestras”.  Y más allá del evento musical, el músico lomense ofrece su contribución personal a la financiación del Monumento al Carrero, que se erigirá en la ciudad de Ezpeleta, sede de esta  fiesta criolla. La gran cantidad de espectadores congregados ante este talentoso cantor da cuenta de la acertada elección de Carreros del Sur, convocando a una voz que perpetúa lo mejor de nuestras tradiciones.



Contrataciones: (011) 15 6001 6066

domingo, 4 de marzo de 2012

Ángela Irene en Adrogué



Ciclo Gratuito de Música
Casa Municipal de la Cultura (Sala Raúl Soldi)
Esteban Adrogué 1224, Adrogué, Buenos Aires
Sábado 3 de marzo de 2012


Ángela Irene, nacida en General Pico, provincia de La Pampa, llega muy joven a Buenos Aires, donde conoce a  quien será su madrina artística: nada menos que Mercedes Sosa. La zamba Cruz de quebracho, de Francisco Berra y Miguel Ángel Gutiérrez es su pasaporte a la popularidad: Ángela gana el Festival Nacional de la Canción (Cosquín, año 1977) y graba su primer disco, un simple con aquel tema y la canción Pueblos tristes, del autor venezolano Otilio Galíndez. Dos años después conoce a Ariel Ramírez, a quien la unirá una relación amistosa y profesional: Ariel la presenta y acompaña en su primer disco de larga duración. Este disco, además de la bella voz de Ángela y la magia del maestro santafesino, trae la impronta de Ramírez en varios temas, como  Los reyes magos, Dicen que al Chacho lo han muerto y La peregrinación, todos compuestos junto a Félix Luna.


                El segundo álbum, “La cantora de Yala” (1982) exhibe a una Ángela Irene más madura artísticamente, abriéndose a nuevos ritmos, como lo demuestra en dos chamamés de Antonio Tarragó Ros: María va y Ahí va al tranquito el Juan. La versatilidad de la cantante pampeana está presente también en la Vidala para mi sombra (Julio Espinosa), las tonadas La tinogasteña (Hermanos Ábalos) y La tonada jamás morirá (Oscar Valles y Ernesto Villavicencio) la hermosa chacarera  Cachilo dormido (A. Yupanqui) y  la zamba Me gusta Jujuy cuando llueve (Castillo – Iacopetti).

            Recién en 2008 aparece un nuevo disco de Ángela Irene, titulado Soy. En esta producción participan artistas invitados: Alberto Rojo, Luis Salinas y Raúl Carnota, entre otros grandes, acompañan a Ángela en hermosas versiones de Subo (Manuel J. Castilla – Rolando Valladares) , Zamba de la luna llena y Zamba del riego (Tejada Gómez y Matus), por nombrar sólo algunos de los temas de un disco generoso en contenido y calidad.


 
            En el marco del Mes de la Mujer, el municipio bonaerense de Almirante Brown inaugura su ciclo musical nada menos que con un recital de la querida artista pampeana.  Con un auditorio colmado, Ángela comienza su actuación interpretando la Zamba del carnaval, de Gustavo “Cuchi” Leguizamón:
“Vengo desde el olvido,
toro serrano
pa´ ver si mato penas
carnavaleando.
Me anda faltando plata,
chicha y coraje
y un empujón del diablo
pa’ enamorarte.”

Finalizada su hermosa versión, Ángela realiza un brindis por todas las mujeres. Continúa su canto con una tonada compuesta especialmente para sus dotes interpretativas por Ernesto Villavicencio y Oscar Valles: La tonada jamás morirá, evocando aromas y paisajes de la zona cuyana, que también está representada en la cueca La Pancha Alfaro, de Armando Tejada Gómez y Oscar Matus. Cabe destacar que ésta ha sido una de las primeras composiciones enmarcadas en lo que dio en llamarse “Nuevo Cancionero Argentino”, propuesta de música y poesía que implicaba el esfuerzo de brindar composiciones de calidad, más allá de los vaivenes comerciales. El “Nuevo Cancionero” sirvió de inspiración a iniciativas similares en otros países, donde, con sus propios ritmos y realidades, también se rompieron los moldes de la creación musical y lírica.


Una gran obra de Tejada Gómez y César Isella poco difundida, Canción de la partida, alcanza su máximo potencial en la interpretación excepcional de Ángela Irene.  Por otra parte, la chacarera Salamanqueando pa’ mí, de Raúl Carnota, también parece haber sido compuesta para Ángela: es uno de los puntos más altos del recital. La cantora de General Pico sorprende con dos obras de Víctor Heredia: la conocidísima canción El viejo Matías, de gran difusión en los años 70, adquiere en la dulce voz de Ángela características novedosas e intimistas. Parece que se estuviera cantando por primera vez, logrando la artista una versión muy especial y emotiva. Algo similar sucede con Abrázame, hermanita, que Víctor compuso para su querida hermana María Cristina, docente y militante política desaparecida durante la larga noche que significó la dictadura militar argentina (1976-1983). Cabe destacar los logrados arreglos en el acompañamiento musical por parte del notable guitarrista Lalo Romero.

Otro lindo aporte de Ángela es la Chacarera del barro, única composición en este ritmo de don Armando Tejada Gómez, recordado poeta que marcó a varias generaciones con su arte inigualable. Ariel Sánchez, joven percusionista, se luce en sobrios y a su vez marcados acentos en bombo y platillos. La Huella de ida y vuelta, de Roberto Yacomuzzi y José Molina, considerada “el himno de La Pampa”, es otro gran acierto en el repertorio.  Hemos podido disfrutar también de grandes obras muy recordadas en la voz de esta querida artista: Vidala para mi sombra, de Julio Espinoza, y Volveré siempre a San Juan, de Tejada Gómez y Ariel Ramírez, esta última en sentidos versos que no dejan de emocionar.  Un clásico de nuestra música de raíz folklórica, La pobrecita (A. Yupanqui) revela una vez más la fuerza interpretativa de Ángela Irene, cuya voz privilegiada puede cantar muy bien todos los ritmos de nuestra música.


            En esta recorrida musical por nuestro país no podía faltar la música litoraleña: María Va, de Antonio Tarragó Ros, es un regalo para los oídos: una versión muy sentida, dulce e intensa a la vez.  En tanto, Jujuy mujer, bellísima zamba de Alejandro “Coyuyo” Carrizo y Néstor Soria, conocida también en la voz de Tomás Lipán, confirma una vez más la excelencia de Ángela en la conformación de un repertorio exquisito. La chacarera de Yupanqui  Cachilo dormido va acercándonos al final del concierto. Tras merecidos y sentidos aplausos y emociones de su público, la cantora y sus músicos se despiden a todo ritmo con la cueca La arenosa, de Castilla y Leguizamón.


Agradecimientos especiales a:
Ángela Irene
Municipalidad de Almirante Brown

Más información:
www.almirantebrown.gov.ar          Agenda cultural del Municipio de Almirante Brown