domingo, 25 de marzo de 2012

Marta Pirén: Mujer y memoria


Recital de Marta Pirén
Casa Municipal de la Cultura
Esteban Adrogué 1224, Adrogué (Buenos Aires)

            Marta Pirén, cantante de voz exquisita y honda sensibilidad, se dio a conocer en el año 1982. Aires de loncomeo, kaanis y rogativas, e instrumentos típicos como el kultrum la acompañan al Festival de Cosquín, donde se consagró como única Revelación. Su gusto y dedicación por la música patagónica comienzan a los dieciséis años, luego de un viaje a Neuquén que marca definitivamente su vocación de cantora. Marta no sólo invita a conocer canciones relacionadas con las comunidades mapuches y cordilleranas, sino que además resalta el contenido de las canciones, comprometiéndose con el sentir que conllevan en música y poesía. Marta ha grabado varios discos  fundamentales: Trabun Mapu (Tratado de la Tierra, año 1982), Piren cantun (El canto de la nieve, 1986), Huilli Cüref (Vientos del sur) y La fuerza de mi canto (2006), todos ellos con la impronta de los paisajes y sentires del sur de nuestra tierra.




La oportunidad de escuchar a Marta Pirén no sólo nos permite conocer el canto de una región un poco olvidada por los cultores de la música de raíz folklórica. Más aun, nos pone en contacto con una artista sensible, comprometida con su tiempo y con la gente que lucha por un presente y un futuro mejor. Este recital se da en el marco del Mes de la Mujer, pero coincide también con el Día Nacional por la Memoria y la Justicia, en que se recuerda a los caídos en el terrible período de la dictadura cívico – militar que rigió los destinos de la Argentina entre 1976 y 1983. Por ello, le primer tema que disfrutamos en la voz de Marta es La memoria, de León Gieco, una composición lúcida que recuerda a figuras de nuestra cultura como el escritor Rodolfo Walsh y el sacerdote católico Carlos Mujica, cuya obra pastoral con los más desposeídos aun esta viva en el alma de muchos compatriotas. Un tema fuerte, muy emotivo, que se enlaza con Dónde estabas, del cantautor Hugo Cosentino, quien sube al escenario para compartir con Marta y con todos nosotros una visión de aquella época siniestra. Otra obra de León, Los guardianes de Mujica, con aires tangueros, está dedicada por Marta a “un guardián”, nombrado Nehuén.

Hugo Cosentino (artista invitado: voz y guitarra)

Autores “imprescindibles” como Armando Tejada Gómez y Gustavo “Cuchi” Leguizamón están presentes en la hermosa canción Elogio del viento:

América Latina, madre nuestra,
El viento que se va no es el que vuelve
América del sol, raíz que duele,
Cuando sufren olvido mis hermanos
El viento nos padece y compadece
Como si nos hubiera abandonado.
Hugo No (guitarra) y Marcela Praddaude (flauta traversa y teclados)


Cabe destacar el excelente acompañamiento musical de Marta: Hugo No, en guitarra y dirección musical, acompaña a la artista desde hace dieciocho años. Hugo Bazán (bombo, tones, platillos y segunda voz) y David Barbero se encargan de las percusiones con solidez, sin estridencias. Los jóvenes Marcela Praddaude (flauta traversa, teclados) y Nicolás Flores (armónica) brindan aires nuevos al repertorio de Marta Pirén. A dicho repertorio se incorporan obras de un destacado compositor patagónico: Eduardo Guajardo. Nacido en Río Turbio (Santa Cruz), Eduardo viene transitando un sólido camino artístico desde hace más de treinta años. Marta nos acerca sus obras Una mirada al sur y Tapadas de silencio, que en su hermosa voz llegan al máximo de su riqueza poética y musical.
David Barbero (percusiones)


Hugo Bazán (percusiones, voz)

Cordillera del viento, retumbo cordillerano del recordado cantautor Marcelo Berbel, nos muestra la profunda empatía de Marta con los cantares de esta zona del país, en una interpretación excelente, embellecida aun más por la flauta y las percusiones. Por otra parte, la Rogativa de Doña Cayupán (Eduardo Paillacán) narra la resistencia del pueblo mapuche: “me siento viva cuando un niño me habla en mapuche” (…) “Me siento viva como un sol (…) porque todavía no nos han tomado”. Marcela le imprime, con el sonido del sintetizador, un sonido renovado a esta hermosa composición. Un tema instrumental permite a Marta un cambio de vestuario. Pero no se trata de una coquetería. El cambio de camiseta es el motivo para presentar a las Mariposas de Villa París, una organización femenina sin fines de lucro que trabaja por el bien común y contra la violencia de género. Este grupo trabaja en Glew, municipio de Almirante Brown, y en esta ocasión, varias de sus integrantes se alternan para leer el poema Estamos buscando, de la autora boliviana Julieta Paredes. A este emotivo acto se suman Hugo Cosentino y el armoniquista Nicolás Flores para interpretar junto a Marta la composición colectiva llamada, al igual que la organización, Las Mariposas de Villa París. Otras composiciones que nos acercan a la sensibilidad y la fuerza femenina son Llora tus penas (Dora Elena Bogarín / Diego Enrique Pérez) y el poema de Claudio Orieta Mujer y memoria.

Integrantes de "Mariposas de Villa París" leen el poema


Marta Pirén con el trío Albá Llaleq

El trío Albá Llaléq (Los hijos de la tierra), oriundo de Formosa, suma sus excelentes voces e instrumentaciones para compartir con Marta Antiguo dueño de flechas (Félix Luna y Ariel Ramírez), la canción dedicada al indio toba y Digo la mazamorra (Antonio Esteban Agüero y Peteco Carabajal), canciones muy celebradas del repertorio folklórico del norte argentino que van dando paso a la última parte del recital.

            Como bises, la citada canción Tapadas de silencio y una bellísima canción-poesía de Julio Lacarra: Canción de fuego, citada por Marta como “canción de esperanza”:
Canción de fuego
Que no se apaga nunca
Hay cosas irrompibles todavía
Como la lluvia.
            Como todo buen recital, el tiempo transcurrido pareció corto, por lo que esperamos nuevas actuaciones de esta gran artista que ha sabido conjugar los ritmos y poesías de todo nuestro país.


Más información:
Municipio Almirante Brown: www.almirantebrown.gov.ar
Mariposas de Villa París: Facebook: Mariposas de Vp

lunes, 12 de marzo de 2012

El canto surero de Marcelo Miraglia

Gran Peña anual de “Carreros del Sur”
Salón del Club de Leones de Ezpeleta
Callao 5259 y Av. Centenario, Ezpeleta (Quilmes, Bs. Aires)
Domingo 11 de marzo de 2012


                Nacido en 1965 en Lomas de Zamora, Marcelo Miraglia  se vincula al canto surero por influencia de grandes cantores criollos. Uno de ellos ha sido Oscar del Cerro (1921-1998), afincado en Quilmes, quien ha dejado un centenar de grabaciones realizadas entre las décadas de 1960 y 1980: milongas, estilos, cifras e incluso algunos tangos.
            En el marco de la Peña Anual organizada por Carreros del Sur—centro tradicionalista quilmeño—el cantor más esperado y querido es sin duda Marcelo Miraglia. Acompañado por los excelentes guitarristas Federico Pagano y Daniel Dalia, Marcelo comienza su canto con emotivas milongas que evocan a los payadores de antaño, como Inventario criollo, Recordando y El marchero, que se lucen en su voz privilegiada.
Federico Pagano y Daniel Dalia

A las virtudes técnicas de Miraglia se suma su autenticidad en el decir criollo. “El canto corre en mis venas…”, sentencia que  se confirma en el sentir profundo por la música nuestra, motivo de argentinidad. La hermosa zamba Mujer de primavera es otro de los aciertos en un repertorio variado, de lindos versos que evocan la vida rural y las tradiciones que se reviven en nuestros días.  Un corte en el suministro eléctrico no impide que Marcelo y sus músicos continúen disfrutando del lindo “oficio del cantor”, ante el silencio y admiración del numeroso público asistente.
Una muestra de complicidad con los organizadores del evento ha sido incluir una milonga con floreos, muy celebrada por los participantes. Una obra con letra del propio Marcelo, Siendo sincero, parece resumir el espíritu de su arte, el de “honrar las cosas nuestras”.  Y más allá del evento musical, el músico lomense ofrece su contribución personal a la financiación del Monumento al Carrero, que se erigirá en la ciudad de Ezpeleta, sede de esta  fiesta criolla. La gran cantidad de espectadores congregados ante este talentoso cantor da cuenta de la acertada elección de Carreros del Sur, convocando a una voz que perpetúa lo mejor de nuestras tradiciones.



Contrataciones: (011) 15 6001 6066

domingo, 4 de marzo de 2012

Ángela Irene en Adrogué



Ciclo Gratuito de Música
Casa Municipal de la Cultura (Sala Raúl Soldi)
Esteban Adrogué 1224, Adrogué, Buenos Aires
Sábado 3 de marzo de 2012


Ángela Irene, nacida en General Pico, provincia de La Pampa, llega muy joven a Buenos Aires, donde conoce a  quien será su madrina artística: nada menos que Mercedes Sosa. La zamba Cruz de quebracho, de Francisco Berra y Miguel Ángel Gutiérrez es su pasaporte a la popularidad: Ángela gana el Festival Nacional de la Canción (Cosquín, año 1977) y graba su primer disco, un simple con aquel tema y la canción Pueblos tristes, del autor venezolano Otilio Galíndez. Dos años después conoce a Ariel Ramírez, a quien la unirá una relación amistosa y profesional: Ariel la presenta y acompaña en su primer disco de larga duración. Este disco, además de la bella voz de Ángela y la magia del maestro santafesino, trae la impronta de Ramírez en varios temas, como  Los reyes magos, Dicen que al Chacho lo han muerto y La peregrinación, todos compuestos junto a Félix Luna.


                El segundo álbum, “La cantora de Yala” (1982) exhibe a una Ángela Irene más madura artísticamente, abriéndose a nuevos ritmos, como lo demuestra en dos chamamés de Antonio Tarragó Ros: María va y Ahí va al tranquito el Juan. La versatilidad de la cantante pampeana está presente también en la Vidala para mi sombra (Julio Espinosa), las tonadas La tinogasteña (Hermanos Ábalos) y La tonada jamás morirá (Oscar Valles y Ernesto Villavicencio) la hermosa chacarera  Cachilo dormido (A. Yupanqui) y  la zamba Me gusta Jujuy cuando llueve (Castillo – Iacopetti).

            Recién en 2008 aparece un nuevo disco de Ángela Irene, titulado Soy. En esta producción participan artistas invitados: Alberto Rojo, Luis Salinas y Raúl Carnota, entre otros grandes, acompañan a Ángela en hermosas versiones de Subo (Manuel J. Castilla – Rolando Valladares) , Zamba de la luna llena y Zamba del riego (Tejada Gómez y Matus), por nombrar sólo algunos de los temas de un disco generoso en contenido y calidad.


 
            En el marco del Mes de la Mujer, el municipio bonaerense de Almirante Brown inaugura su ciclo musical nada menos que con un recital de la querida artista pampeana.  Con un auditorio colmado, Ángela comienza su actuación interpretando la Zamba del carnaval, de Gustavo “Cuchi” Leguizamón:
“Vengo desde el olvido,
toro serrano
pa´ ver si mato penas
carnavaleando.
Me anda faltando plata,
chicha y coraje
y un empujón del diablo
pa’ enamorarte.”

Finalizada su hermosa versión, Ángela realiza un brindis por todas las mujeres. Continúa su canto con una tonada compuesta especialmente para sus dotes interpretativas por Ernesto Villavicencio y Oscar Valles: La tonada jamás morirá, evocando aromas y paisajes de la zona cuyana, que también está representada en la cueca La Pancha Alfaro, de Armando Tejada Gómez y Oscar Matus. Cabe destacar que ésta ha sido una de las primeras composiciones enmarcadas en lo que dio en llamarse “Nuevo Cancionero Argentino”, propuesta de música y poesía que implicaba el esfuerzo de brindar composiciones de calidad, más allá de los vaivenes comerciales. El “Nuevo Cancionero” sirvió de inspiración a iniciativas similares en otros países, donde, con sus propios ritmos y realidades, también se rompieron los moldes de la creación musical y lírica.


Una gran obra de Tejada Gómez y César Isella poco difundida, Canción de la partida, alcanza su máximo potencial en la interpretación excepcional de Ángela Irene.  Por otra parte, la chacarera Salamanqueando pa’ mí, de Raúl Carnota, también parece haber sido compuesta para Ángela: es uno de los puntos más altos del recital. La cantora de General Pico sorprende con dos obras de Víctor Heredia: la conocidísima canción El viejo Matías, de gran difusión en los años 70, adquiere en la dulce voz de Ángela características novedosas e intimistas. Parece que se estuviera cantando por primera vez, logrando la artista una versión muy especial y emotiva. Algo similar sucede con Abrázame, hermanita, que Víctor compuso para su querida hermana María Cristina, docente y militante política desaparecida durante la larga noche que significó la dictadura militar argentina (1976-1983). Cabe destacar los logrados arreglos en el acompañamiento musical por parte del notable guitarrista Lalo Romero.

Otro lindo aporte de Ángela es la Chacarera del barro, única composición en este ritmo de don Armando Tejada Gómez, recordado poeta que marcó a varias generaciones con su arte inigualable. Ariel Sánchez, joven percusionista, se luce en sobrios y a su vez marcados acentos en bombo y platillos. La Huella de ida y vuelta, de Roberto Yacomuzzi y José Molina, considerada “el himno de La Pampa”, es otro gran acierto en el repertorio.  Hemos podido disfrutar también de grandes obras muy recordadas en la voz de esta querida artista: Vidala para mi sombra, de Julio Espinoza, y Volveré siempre a San Juan, de Tejada Gómez y Ariel Ramírez, esta última en sentidos versos que no dejan de emocionar.  Un clásico de nuestra música de raíz folklórica, La pobrecita (A. Yupanqui) revela una vez más la fuerza interpretativa de Ángela Irene, cuya voz privilegiada puede cantar muy bien todos los ritmos de nuestra música.


            En esta recorrida musical por nuestro país no podía faltar la música litoraleña: María Va, de Antonio Tarragó Ros, es un regalo para los oídos: una versión muy sentida, dulce e intensa a la vez.  En tanto, Jujuy mujer, bellísima zamba de Alejandro “Coyuyo” Carrizo y Néstor Soria, conocida también en la voz de Tomás Lipán, confirma una vez más la excelencia de Ángela en la conformación de un repertorio exquisito. La chacarera de Yupanqui  Cachilo dormido va acercándonos al final del concierto. Tras merecidos y sentidos aplausos y emociones de su público, la cantora y sus músicos se despiden a todo ritmo con la cueca La arenosa, de Castilla y Leguizamón.


Agradecimientos especiales a:
Ángela Irene
Municipalidad de Almirante Brown

Más información:
www.almirantebrown.gov.ar          Agenda cultural del Municipio de Almirante Brown

lunes, 27 de febrero de 2012

Marina Luppi: una voz para el folklore



Marina Luppi, voz
Leonardo Andersen,  guitarra
Aníbal Domínguez, flauta traversa y quena
Domingo 26 de febrero de 2012
Café Vinilo,
Gorriti 3780, Ciudad de Buenos Aires



Marina Luppi, profesora de música y directora de coros, comenzó a presentarse en escenarios en 2008 a dúo con María Laura Caballero, componiendo y difundiendo obras de nuestra música por diferentes ciudades de nuestro país. Aquel año comienza a vincularse con “Charangos del Mundo” y actúa en la ciudad peruana de Cusco. Durante los años 2009 y 2010 trabaja con diferentes formaciones instrumentales, presentándose en Salta, Jujuy y Buenos Aires. En 2011 vuelve a presentarse en el prestigioso ciclo “Charangos del Mundo”, esta vez en Pasto, Colombia, junto a Pilo García, y forma el grupo musical que la acompaña actualmente.



Aníbal Domínguez (vientos)

Uno de los méritos de Marina es interpretar un repertorio de canciones poco difundidas de grandes creadores argentinos, como Ay, provincia tendida, aire de triunfo de Francisco Lanusse y Carlos Moscardini y la Zamba del lino, del autor entrerriano Juan José Manauta, musicalizada por Oscar Matus, y grabada por Liliana Herrero en 1998. Garzas viajeras,  creación de Aníbal Sampayo, resalta en la hermosa voz de Marina, acompañada por Leonardo y Aníbal, a quienes se suma Pablo Quiñones en percusiones.  Otra obra poco transitada es La paciencia, pobrecita, de María Elena Walsh y Oscar Alem, aire de zamba en homenaje a las tejedoras, que la recordada creadora grabara en 1977. Para la siguiente interpretación sube al escenario el gran charanguista Pilo García, cuya hermosa composición Niñas es develada en la voz de Marina y un muy buen dúo de guitarra y charango, que agrega toques de distinción a las ya ponderadas dotes de la cantante y su grupo estable.

Pablo Quiñones

José M. Saluzzi (izq.) y Pilo García


Siguiendo con una buena elección de repertorio, Luppi aporta varias obras de Jose Antonio “Pepe” Núñez y Juan Falú, como Rosario Pastrana, Gato panza arriba (obviamente en ritmo de “gato”) y Zonko querido.  Recordados creadores y renovadores de nuestra música de raíz folklórica no podían estar ausentes:  de Atahualpa Yupanqui, Marina nos regala una gran versión de la zamba Criollita Santiagueña, con un exquisito arreglo de cuerdas de José María Saluzzi, invitado especial que en este caso se luce con el requinto, mientras que en el único tango del repertorio, El corazón al sur, de Eladia Blázquez, José María toca la segunda guitarra excelentemente. Es una gran versión, en la que Marina Luppi muestra todo su histrionismo.

Marina Luppi


Leonardo Andersen (guitarra)





Otro invitado distinguido es el pianista Andrés Pilar, quien ofrece nuevas sonoridades para Juancito en la siesta, canción litoraleña del cantautor rosarino Chacho Muller, y Rodar la sombra, con letra de Juan Falú y melodía del propio Andrés. Es una linda zamba que se luce en los sonidos del teclado y que posee cierto aire tanguero.  Marina se retira brevemente para permitir a su grupo la interpretación de una pieza instrumental: Azul Tiahuanaku, de Eduardo Ocaranza, conocida en la versión del mítico conjunto mendocino Markama.  Leonardo Andersen, guitarrista del grupo, demuestra una sólida formación artística no sólo en el acompañamiento sino también en los interesantes arreglos de las melodías. Aníbal Domínguez  no le va en zaga con cuidadas interpretaciones en quena y flauta traversa, de indudable belleza.

Andrés Pilar (piano) y Marina Luppi


Pablo Quiñones, Leonardo Andersen y Aníbal Domínguez interpretan "Azul Tiahuanaku"



Una zamba muy conocida, Coplas del valle, de Ramón Navarro, nos muestra a una Marina lúdica, que disfruta de su oficio. En esta obra, como en La cruzadita (chararera de “Pepe” Núñez”) y la celebrada “Zamba del grillo” (A. Yupanqui), el aporte de Pablo Quiñones en bombo reafirma la buena elección de Luppi para formar su banda. Podemos disfrutar de la última obra mencionada en el video adjunto.


Video: "Zamba del grillo" (A. Yupanqui)
(c) Sonidos de mi Argentina y Marina Luppi



Y aunque no deseamos que el espectáculo finalice, llega la hora de las últimas canciones, a modo de bises: los músicos invitados se presentan en el escenario y se suman al grupo estable para ofrecernos magníficas versiones de Zonko querido y La arenosa (Gustavo “Cuchi” Leguizamón y Manuel José Castilla), verdadero broche de oro para una noche muy emotiva.



Más información:
www.myspace.com/marinaluppimusica

domingo, 27 de noviembre de 2011

Wayrapampa: Folklore con fuerza joven




Espacio Cultural Eureka
Avenida Corrientes 4269, Ciudad de Buenos Aires
Sábado 26 de noviembre de 2011


La música de raíz folklórica argentina ha tenido un gran desarrollo en todo el siglo XX, impulsada por la industria fonográfica y los diversos medios de comunicación que esparcieron por todo el país las expresiones surgidas en diferentes regiones de nuestro territorio. Y así como el llamado boom del folklore, surgido en los años 60, terminó de consolidar el gusto por esta música tan rica en ritmos y matices, el declive cultural que impuso la férrea dictadura militar (1976-1983) implicó repensar la forma de llegar a los más jóvenes con expresiones ligadas a nuestra tierra y nuestras raíces.

Algunas expresiones vanguardistas, especialmente iniciadas por grupos vocales, quedaron cubiertas por el manto del olvido; en los años 80 se experimentó fusionando nuestra música con elementos del jazz. Si bien estas experiencias arrojaron resultados interesantes, no es sino recientemente cuando comienza a recuperarse el bagaje cultural que sustenta nuestra identidad nacional. Lejos de personajes inflados por la promoción, que muchas veces comienzan cantando el repertorio folklórico para migrar a músicas híbridas  y poco sustanciosas, muchos jóvenes descubren el maravilloso repertorio del cancionero popular argentino.


Laura Fajardo (voz)

Wayrapampa es un conjunto formado por cinco instrumentistas y dos cantantes que demuestran sólidos conocimientos musicales y un especial talento en los arreglos de las canciones. De esta manera, el repertorio suena “actual” sin perder la raíz, joven sin perder el sabor de lo tradicional. El comienzo es a todo ritmo, a través de la chacarera Déjame que me vaya, de Cuti Carabajal y Roberto Ternán. El dúo de cantantes, conformado por Maximiliano Romero Marc y Laura Fajardo se muestra sólido, aunque suele sobresalir la voz de Laura, quien además sabe combinar fuerza y dulzura en sus expresiones.


Javier Moreira, Maximiliano Romero y Laura

El repertorio de Wayrapampa se inclina por obras mayormente argentinas y que aun siendo muy conocidas no dejan de emocionar y sorprender en las voces e instrumentaciones de este excelente conjunto.  La cueca La arenosa (Gustavo Leguizamón y José Manuel Castilla) y la Zamba por vos, de Alfredo Zitarrosa son dos caras de una misma moneda que el grupo sabe interpretar con profesionalidad y gran dedicación.  Javier Moreira (charango) y Rubén Mirés (primera guitarra, dirección y arreglos) son conocidos por formar un dúo que se ha presentado con éxito en diferentes escenarios. Como parte de Wayrapampa reafirman la excelencia y el buen gusto por la música que comparten y disfrutan.


Javier, Maxi, Laura y Rubén Mirés


Las chacareras suelen ser el “caballito de batalla” de muchos intérpretes, dado su ritmo vivaz y contagioso que invita a bailar. Es el caso de la Chacarera de las piedras (Atahualpa Yupanqui – Pablo del Cerro) en la que, simpáticamente, los cantantes reemplazan “Caminiaga” por “Wayrapampa” como símbolo de apropiación o asimilación de la obra. Hay también dos obras más recientes, tocadas también en ritmo de chacarera: Huelga de amores (D. Arnedo, R. Mollo y F. Gil Solá, del grupo Divididos), muy buen hallazgo tanto por la temática (la colonización extranjera) como por la música, en cuya interpretación se luce especialmente la voz de Maximiliano, y Detrás del muro de los lamentos, adaptada por Rubén Mirés, canción que se acopla muy bien a la fuerza expresiva del grupo.

Video: Chacarera de las piedras
 (c) Sonidos de mi Argentina y Wayrapampa

 

Martín Pereira (armónica)

 

Daniel Toro está presente a través de su obra Zamba para olvidar, donde se destaca la armónica de Martín Pereira. En tanto, la obra original de Rubén Mirés El reencuentro, es el primer tema propio de Wayrapampa, que compartimos a través del siguiente video.


Video: El reencuentro
(c) Sonidos de mi Argentina y Wayrapampa

Candela Vey (percusiones) y Ana Mirés (segunda guitarra) están casi escondidas detrás de los cantores por lo pequeño del escenario, pero su intervención no pasa desapercibida, complementando con talento la fuerza expresiva de los cantores y demás instrumentistas. Excelentes versiones del gato El 180 (Andrés Chazarreta) y la Zamba de Lozano (Leguizamón y Castilla) sólo reafirman nuestras primeras impresiones sobre el conjunto.


La despedida llega a todo ritmo con Chacarera de un triste (Hermanos Simón), muy conocida en diferentes versiones, entre ellas la de Mercedes Sosa, y Chacarera del olvidao de Néstor “Duende” Garnica, festejadas por el numeroso público presente. Como bis de un recital intenso, Juan de la calle, de Yuyo Montes, que deja con ganas de escuchar más de todo el potencial de Wayrapampa.



Agradecimiento especial a Javier Moreira

Más información:




martes, 15 de noviembre de 2011

Se publica disco inédito de Mercedes Sosa


MERCEDES SOSA “GRAVADO AO VIVO NO BRASIL”
Mercedes Sosa. Edición Definitiva
Philips / Universal Music 2785853 CD
Editado en Argentina


“Edición definitiva” es una serie que rescata obras de Mercedes Sosa que por uno u otro motivo no han sido publicadas en nuestro país. En este caso se trata—no podía ser de otro modo—de un verdadero tesoro. A diferencia del primer volumen (que recopilaba obras censuradas), esta edición se compone de un álbum original que se publicó únicamente en Brasil en 1980. Por ello esta grabación es prácticamente desconocida en el resto del mundo, y se celebra que finalmente podamos tomar contacto con ella. Con una portada renovada y producción de Diego Fischerman y la Fundación Mercedes Sosa comenzamos a disfrutar de esta obra.

Impedida de actuar en Argentina desde 1979 por el gobierno militar de entonces, Mercedes mitiga la ausencia de su tierra y sus afectos con el cariño de la gente que la aclama alrededor del mundo. El público brasileño, que siempre ha sentido devoción por la persona y el arte de “la Negra” es coprotagonista de estos conciertos que quedan felizmente registrados para la posteridad. Uno de los responsables de la edición ha sido Ezio Servolo, a quien Mercedes recordaba con mucho cariño.

El disco se inicia con la hermosa canción Cantor de oficio, de Miguel Ángel Morelli, un verdadero manifiesto de los artistas populares, seguido por tres obras del cancionero de raíz folklórica argentina: Chacarera de las piedras y Duerme, negrito, ambas del repertorio de Atahualpa Yupanqui, y  Antiguo dueño de las flechas, que evoca la versión original que grabara Mercedes con Los Arroyeños para el disco “Cantata sudamericana” en 1972. La voz de la Negra en su plenitud y la fuerza implícita en las composiciones que interpreta reciben una entusiasta recepción del público presente. Por otra parte, la artista tucumana recuerda a su amigo y colega Víctor Jara a través de dos obras bien distintas: la primera, con letra de Roberto Todd y música de Otilio Galíndez, se titula sencillamente A Víctor. Una composición maravillosa que, lejos de ampulosas palabras, brinda un sentido tributo al artista asesinado en su propia tierra. En tanto, la Plegaria a un labrador, del propio Jara y que Mercedes grabara por primera vez en el 72, no ha perdido un ápice de su fuerza en la tremenda interpretación de la cantora nacional, reforzada por las percusiones de Domingo Cura. También se luce el contrabajista Oscar Alem.


San Vicente, de Milton Nascimento y Fernando Brant es no sólo un gusto que se da Mercedes de cantar en portugués, sino también un agradecimiento a los anfitriones del evento.  La milonga Los hermanos, del citado Atahualpa Yupanqui, es otro de los aciertos en la elección del repertorio, con cuidados arreglos en las cuerdas de Nicolás Brizuela (“Colacho”). Por otra parte, la profunda admiración de Mercedes hacia Violeta Parra queda manifiesta en bellísimas versiones de La carta y Gracias a la vida. Esta última es precedida por un fragmento del poema Defensa de Violeta Parra escrito por su hermano Nicanor Parra. Cierran este disco excepcional la Canción con todos, verdadero himno latinoamericano de Tejada Gómez e Isella y la conmovedora canción Volver a los 17, debida a la inspiración de la nombrada cantautora chilena.

Resta mencionar el excelente sonido de la edición remasterizada.



domingo, 16 de octubre de 2011

Novedades discográficas: Peteco y Juanjo

Peteco Carabajal: “El viajero”
DBN CD-52163

El compositor, músico y cantor santiagueño Peteco Carabajal (nacido en 1956) ha desarrollado un largo y fructífero camino artístico. Se integra al conjunto familiar “Los Carabajal” en 1975; en 1991 publica su primer disco solista “Encuentro”, tras haber actuado con músicos de la talla de Jacinto Piedra, “Chango” Farías Gómez, Verónica Condomí (integrantes de MPA, Músicos Populares Argentinos), Mercedes Sosa, León Gieco y Sixto Palavecino entre muchos otros. El viajero, grabado en vivo en diciembre de 2010 en el Teatro El Círculo, de Rosario, además de ser un tema autobiográfico que da título al disco es una excusa para proponer un repaso por su trayectoria artística a través de canciones nuevas y otras muy conocidas.
         Sin dejar de lado la raíz folklórica, Peteco incursiona en sonoridades más actuales, incorporando batería, bajo y guitarra eléctrica, que conviven con la guitarra acústica, la quena y el charango, por ejemplo. Las canciones del disco tienen más de una lectura: desde lo ideológico, Peteco interpreta su propia obra Amanecer revolución e incorpora un par de canciones de la década de 1970 que generan cierto grado de sorpresa: Cuando tenga la tierra, de Ariel Petrocelli y Daniel Toro y Vamos a andar del trovador cubano Silvio Rodríguez. Puede interpretarse como la adhesión tácita al proyecto político del actual gobierno argentino, si bien las circunstancias sociales son distintas a las imperantes en el momento en que se escribieron las dos últimas obras. Más allá de la lectura estrictamente ideológica, se trata de canciones que trascendieron estos límites por la calidad de su poesía y su música. Otra gran sorpresa es la versión de Quimey Neuquén, un clásico del músico patagónico Marcelo Berbel, recordado también en la interpretación de Marta Pirén.
         Otra curiosidad, estrictamente musical, es el tema El coyuyo de Shanghai, que cuenta con la intervención de Chao Xu en violín chino. Demi (batería y voces) y Homero (guitarras de nylon, eléctrica y voces), hermano e hijo respectivamente de Peteco, se lucen en los arreglos de las canciones. Los otros músicos participantes son Juancho Farías Gómez (bajo) y Daniel Patanchón (guitarras acústicas, de nylon, eléctrica y voces). Entre las obras ajenas se destacan La guitarra, hermosa creación de Oscar Valles y Atahualpa Yupanqui, y el tango-canción Volver, del inolvidable dúo Gardel – Lepera, mientras que hay hermosas canciones de Peteco como Juan del monte, El bailarín de los montes y Las coplas de la vida. Un gran disco de Peteco Carabajal para disfrutar de principio a fin.



Juanjo Trío: “Mis zambas preferidas”
Junín Music  656291215526 / Distribuido por DBN



Juanjo Domínguez, nacido en 1951 en Junín (provincia de Buenos Aires) ha demostrado a lo largo de los años una técnica impecable y un gusto exquisito por el repertorio popular. Ha grabado más de ciento treinta discos y recorrido buena parte del mundo con su guitarra. Desvinculado del sello nacional que editó una gran parte de su obra, crea su propia etiqueta, “Junín Music”, cuya primera producción estamos disfrutando. Como dice el propio Juanjo, es su primer disco enteramente dedicado al folklore argentino y más específicamente al ritmo de la zamba. Algunas son más conocidas que otras, pero todas forman parte de un repertorio más que interesante, constituyendo una curiosidad la inclusión de Caminito soleado, de Carlos Gardel y Alfredo Lepera, considerada originalmente una “canción criolla”.
         Como si la guitarra de Juanjo no fuese suficiente “lujo” para el oyente, se hacen presentes las voces de Majo Lanzón (en los temas Del tiempo de mi niñez, La atardecida—un clásico de Falú y Dávalos—y La nochera) y de Beto Solas (en las zambas La nostalgiosa, Esquina al campo y la citada Caminito Soleado). Majo participa también en percusiones, mientras que Beto adiciona el sonido de su bombo. En los temas instrumentales, Juanjo Domínguez demuestra una vez más su profundo conocimiento del repertorio popular argentino, interpretándolo con hondo sentimiento y hermosos arreglos que hacen de éste uno de los mejores discos aparecidos este año en nuestro medio. Destacamos las obras El Paraná en una zamba (Ariel Ramírez / Jaime Dávalos), Zamba de la Candelaria (Eduardo Falú / Jaime Dávalos) y la célebre La siete de abril de Andrés Chazarreta.